Pareciera que el tiempo no pasa. Que todavia estoy en la estación esa noche, temblando de frio, pidiendo que el tiempo se detenga para que no te vallas nunca.
Todavia hay noches en las que me siento como si siguiera sentada en ese banco sin saber qué hacer.
Vi como todo lo que amaba se fue de mi lado, vi como todo lo que podía ser un futuro se convertía en un instante en una pesadilla que nunca voy a dejar de soñar.
Me vi de repente perdida, sin saber a dónde ir en busca de ayuda. No encontré salidas para escapar a la soledad y desde entonces que vivo viajando, alejandome de mi, yéndo a lugares donde no te pueda encontrar, buscando algo que me pueda hacer olvidar.
Aprendí a mentir, a decir que no dolía, a conformarme, a no sentir mas que la desesperacion de dejar todo, incluso aquella noche, en el mas lejano de los pasados. Dentro de poco se cumpliría practicamente un año de esa noche, todavia falta. Pero a esta altura ya el cansancio me gana, ya no puedo mentir más, ya no quiero escaparme más, ni quiero sentir que todavía estás aca.
Aprendi la diferencia entre querer viajar y querer escapar, alejarse de todo para poder empezar de nuevo. Lo unico que he querido mas que verte volver es poder empezar todo de nuevo.
Superar la perdida - como bien dicen los psicologos-. Pero lo cierto es que no encontré, en este tiempo, nada ni nadie que pueda superar lo que no unió alguna vez. Que intenté llenar de todas las formas ese vacío pero nunca lo logré. Que lo que más me duele después de cada decepción es saber que todavía estás ahi.
Cuánto más intento alejarme, más me doy cuenta que estoy corriendo en circulos.
Que esto es una cadena que quiero terminar, que ya no puede ser así.
Ya es tiempo de empezar a olvidar.
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[...]Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores,
del interrogante en tu mirada.
La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres,
jóvenes promesas, no, no teníamos nada.
Dejando en los portales los ecos de tus susurros, buscando cualquier rincón sin luz.
"Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro",
y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú.
Debo decirte algo antes de que te bajes de este sucio vagón y quede muerto,mirarte a los ojos, y tal vez recordarte...que antes de rendirnos fuimos eternos.
Si no tuviera un futuro, no podría temerle
si conociera mi destino, no tendria futuro
ni tampoco tendria miedo a lo desconocido.
Si no tuviera miedo a lo desconocido
conoceria todo y entonces esta vida no
tendría ya ningun sentido porque
conocería todas las respuestas.
Si conociera todas las respuestas no tendría
mas aventuras, ni mentiras, mas desilusiones,
ni tropiezos. Si no tuviera todo eso,
no tendria a qué temerle, ni tampoco
miedo al futuro.
si conociera mi destino, no tendria futuro
ni tampoco tendria miedo a lo desconocido.
Si no tuviera miedo a lo desconocido
conoceria todo y entonces esta vida no
tendría ya ningun sentido porque
conocería todas las respuestas.
Si conociera todas las respuestas no tendría
mas aventuras, ni mentiras, mas desilusiones,
ni tropiezos. Si no tuviera todo eso,
no tendria a qué temerle, ni tampoco
miedo al futuro.
Hay personas que sufren los cambios más que otras; son aquellas que intentan con toda su fuerza aferrarse a las costumbres, a lo conocido, a lo cercano. Sucede que, sin saberlo, se limitan a vivir solamente situaciones que nunca salen de un determindo rango de normalidad. No considero que lo normal sea una regla general, como se utiliza normalmente esta palabra, donde todo lo que está por fuera de la normalidad sea malo. Opino mas bien que lo normal es una rutina, un modelo, es nuestra existencia entre parentesis, que al mismo tiempo puede o no coincidir con los parentesis de nuestros pares. Pero generalmente sucede que uno mismo y su familia, y hasta sus amigos parecen todos escritos por el mismo puño.
Lo normal es típico, un esteoreotipo de vida.
Algunas veces pienso que cada uno está preparado para un determinado terreno, que por el contexto donde crecimos y la formación que llevamos, tenemos impreso un codigo de barras. Sin embargo aca estoy, al igual que vos, escribiendo una historia, intentando llegar a ser alguien superior al destino que me mostraron.
Todavía queda tanto camino por andar, tanas caídas y aciertos. Tantas batallas que me van a marcar. La vida pasa delante nuestro tantas veces...
Un mañana incierto, un pasado siniestro y un presente que no se puede definir.
Quizás siempre sea así y el resultado de todo esto sea solamente un conglomerado de instantes y decisiones que culminan dejando huella en mi historia personal. Y así, iré formando la identidad en el camino. Sabiendo que siempre iré en busca de algo más.
Lo normal es típico, un esteoreotipo de vida.
Algunas veces pienso que cada uno está preparado para un determinado terreno, que por el contexto donde crecimos y la formación que llevamos, tenemos impreso un codigo de barras. Sin embargo aca estoy, al igual que vos, escribiendo una historia, intentando llegar a ser alguien superior al destino que me mostraron.
Todavía queda tanto camino por andar, tanas caídas y aciertos. Tantas batallas que me van a marcar. La vida pasa delante nuestro tantas veces...
Un mañana incierto, un pasado siniestro y un presente que no se puede definir.
Quizás siempre sea así y el resultado de todo esto sea solamente un conglomerado de instantes y decisiones que culminan dejando huella en mi historia personal. Y así, iré formando la identidad en el camino. Sabiendo que siempre iré en busca de algo más.