Sus ojos color de miel, pardos como la noche. Recorren lentamente cada miembro de mi ser. Observa esos detalles que nadie más podrá ver. Cada imperfección quedará guardada en su memoria, vestifios de los desconocido.

Esa incertidumbre, el vaivén de los muertos, descarrila mi mirada y no quiero escapar. Me intrigan esas ideas que cruzarán por tu mente mientras me ves frente a ti.

Revolucionas mis sentidos, me excitas al punto de no saber quién soy. Me pierdo en el camino hasta tu boca. Hay tanto por sentir, tantos caminos que te llevarán al placer . No sé por donde voy sólo quiero llegar.

La emoción emerge; se apodera de mis manos pero no voy a lastimarte; sólo quiero deleitarme un rato: habitar todo tu ser en tan sólo un segundo.
No pierdas el tiempo, este es el momento. No esperes que yo empiece ni rompa esas cadenas que nos paralizan. Que todo fluyas, que el universo quede entre tus manos. Que tu esencia sea mía y nadie pueda gritar mas fuerte que el ruido de tus besos.

Esa espada que atraviesa los sueños nunca podrá cortar la ilusión eterna que formamos juntos en un solo cuerpo. El éxtasis no acabará. Mientras dure una mirada, más allá del tiempo, siempre sabremos lo que sentimos por dentro.